En una colina cubierta de brezos y salpicada por el viento marino del sur de Galar, vivía un joven Rookidee.
Era valiente por naturaleza, como decía la Pokédex: “Rookidee no se acobarda ante ningún rival, sin importar lo fuerte que sea”.
Aunque su cuerpo era pequeño, su determinación era inmensa, y su sueño era simple: ser lo suficientemente fuerte como para volar por todo Galar y proteger a los demás.